El blog de Lucía Olga Tejera
Afrontamos el final de un año más, con sus acontecimientos mundiales, sus avances en la consecución de derechos, sus dramáticas realidades… Con un virus pandémico que se resiste a pasar a la historia, varias guerras cruentas y ríos de personas que huyen, a quienes se les cierra la puerta entre el temor y el odio. También con reuniones internacionales en busca de consensos, en busca de caminos, en busca de una oportunidad para las generaciones que vienen a habitar el planeta después de las actuales.
Aunque la ONU eligió el 20 de noviembre para celebrar el Día de la Infancia, fecha de la primera Declaración de los Derechos de los Niños, en 1959, dio opción a los territorios del mundo para que designaran su propio lugar especial en el calendario, y en la mayoría de las comunidades autónomas españolas festejamos esta jornada el 15 de abril.
La Organización de Naciones Unidas ha dedicado este 8 de marzo de 2021 a un objetivo concreto: abrir las puertas al liderazgo femenino, para obtener un objetivo colectivo, que es el futuro igualitario en el mundo del Covid-19.
En teoría, como el cincuenta por ciento de la población, a las mujeres nos pertenece la mitad de todo, la mitad del oxígeno que respiramos, la mitad del alimento que produce la tierra y la mitad del agua. Y en lo que concierne a la organización social, la mitad de las obligaciones y la mitad de las responsabilidades. En teoría.
El Partido Socialista ha dado ya los primeros pasos en su objetivo de derogar la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), también conocida como Ley Wert, una nueva ordenación que impone ideología, clasismo y discriminación en las aulas y que condiciona el título académico a un examen, priorizando contenidos sobre competencia.