La decisión del presidente Sánchez de situar al tinerfeño Héctor Gómez al timón de la empresa pública Tourespaña es una buena noticia para el primer sector económico en Canarias: Se abre un periodo político en el que la estrategia promocional clásica de los gobiernos nacionalistas en el Ejecutivo autonómico y en los Cabildos regidos por Coalición Canaria se verá cuestionada por nuevos análisis y nuevos objetivos.
Así, a la vista de las declaraciones del máximo responsable de Tourespaña publicadas por el digital Canariasahora, la calidad deberá imponerse a la cantidad y el incremento del gasto por persona será objetivo prioritario al número global de turistas. Se trata de sostenibilidad. Se trata de rentabilidad de los recursos. Se trata de supervivencia.
En Lanzarote lo hemos intentado, bajo las presidencias socialistas de Enrique Pérez Parrilla y Manuela Armas, a través del control de los ritmos de crecimiento y de la persecución al desarrollo turístico ilegal.
El PSOE se ha mantenido también en posiciones firmes de rechazo al traslado para su ampliación del aeropuerto, que tras la coartada de la seguridad han querido colarnos los defensores del cuanto más, mejor. Y con la denuncia de todas aquellas leyes y proyectos que lejos de proteger nuestro territorio, único en el mundo, pretendían transformarlo en un parque temático para consumo del visitante.
El origen de la industria turística en la isla, diseñada por la imaginación visionaria de César Manrique, se basaba en una oferta reducida y muy cualificada. Y fue el propio artista el primero en alertar de la amenaza cierta de la masificación, que daría al traste con el nivel de la oferta y con los precios del sector, como así ha ocurrido.
Las manifestaciones del nuevo responsable de la promoción turística de España en el exterior, un canario con formación, experiencia y sensibilidad, nos abren una puerta a la esperanza. Confiemos en que futuros gobiernos insulares y autónomos compartan convicciones, ideario y valores y saquen al archipiélago del camino a la vulgarización, el deterioro y el desprestigio.
Ariagona González
Consejera socialista del Cabildo de Lanzarote