Siempre he sido socialista y siempre he sido incapaz de comprender un mundo en el que no reine la igualdad y la justicia social. Tampoco he entendido, ni entiendo cómo no cuidamos y respetamos con criterios de sostenibilidad el planeta en el que vivimos.
Ahora, bajo la dirección de Pedro Sánchez, mi partido se reafirma en otro de sus rasgos fundamentales que me han acompañado siempre a lo largo de mi vida: el feminismo. Estamos comprometidos de manera nítida y amplia con esta lucha, la que ha abierto trincheras contra la trata de mujeres, contra la violencia de género y la discriminacion salarial, laboral y de trato.
Una periodista de la mañana nos recuerda que, según el último sociobarómetro del CIS, un número importante de personas en la franja de edad de entre 18 y 25 años se define feminista, como otros son conservadores, liberales o ecologistas.
La noticia me llena de emoción y corrobora mi convicción de que, si hay un avance social en España que pueda calificarse de notable, si hay una reivindicación que ha captado adhesiones y ha obtenido logros relevantes esa ha sido la de la igualdad de derechos entre hombres y mujeres; una batalla que en los últimos años ha pasado de ser anecdótica y propia de unas pocas feministas a las que se tachaba de radicales y locas, a generalizarse entre quien aboga por una sociedad de progreso y justicia.
Y junto a la ciudadanía responsable, exigente, con criterio y en pleno uso de sus facultades, debe caminar la política, siempre atenta, siempre dispuesta a responder a las demandas de la colectividad. Que, por cierto, nada tienen que ver con las posiciones de subordinación femenina y tutelaje masculino que defienden las tres derechas.
En el programa electoral socialista nos comprometemos a legislar para garantizar la igualdad de trato y de oportunidades en el empleo y la ocupación, porque la autonomía y la independencia económica son indispensables para la libertad de las mujeres.
Y una cuestión fundamental: Modificaremos la tipificación de los delitos sexuales para darle a la ausencia del consentimiento su adecuado tratamiento: La reforma del Código Penal garantizará que la falta de consentimiento explícito de la víctima será clave en los delitos sexuales. Porque cuando una mujer no dice que sí, todo lo demás es no!
Ariagona González