La querella interpuesta por Juan Francisco Rosa contra Leopoldo Díaz y Esteban Armas, a través de dos de sus sociedades, ha sido archivada. La Justicia le dice al empresario que firmar informes contrarios a sus intereses no es delito.
Sostenía Juan Francisco Rosa, en su dislate revestido de querella, que ambos funcionarios mantenían una enemistad manifiesta en su contra, toda vez que informaban negativamente sus proyectos.
Si el asunto de por sí es un puro disparate, lo verdaderamente grave es que haya tenido que ser un juez quien explique lo evidente: que un técnico tiene la obligación de informar negativamente cualquier proyecto que no se adapte a la ley.
Y resulta dramático también pensar que Juan Francisco Rosa creyó tener motivos para interponer la querella ahora archivada; no en vano sus experiencias previas le indicaban todo lo contrario: que la ley a él no le afectaba.
Al más conocido y reconocido de los presuntos infractores urbanísticos de Lanzarote se le ha acostumbrado a que sus deseos estén por encima de la norma. Ha hecho y deshecho a su antojo. Bate el récord absoluto de hoteles con licencias anuladas en propiedad: Aparthotel Fariones Playa, Hotel Princesa Yaiza, Hotel Son Bou. La licencia de su bodega no ampara la totalidad de las obras realizadas. Las obras en su vivienda particular, que acoge hasta un mariposario, carecen de licencia. El puerto deportivo Marina Rubicón está en el centro de investigaciones penales...
Por más que en este momento comience a enfrentarse a las consecuencias judiciales de sus propios actos, lo cierto es que contó desde el minuto uno con la tolerancia de diferentes autoridades y administraciones, lo que le ha permitido llegar hasta aquí, montado en una ola de irregularidades.
Es comprensible. A Juan Francisco Rosa lo tienen confundido esos políticos que le dan la razón en todo, que se ponen permanentemente a su servicio, que incluso forman parte de su séquito en las bodas.
Afortunadamente y para beneficio de la ciudadanía que defiende y acata la ley que nos iguala a todos, no actúan así los dos técnicos íntegros, capaces y honestos, cuya profesionalidad ha sido cuestionada. Por mucho que le sorprenda y moleste al empresario.
Carlos Espino
Secretario General de los Socialistas de Lanzarote