Experiencia, talante, diálogo y consenso es lo que puedo aportar para representar a Lanzarote y La Graciosa en el Senado, sin falsa modestia. Aspiro a obtener la confianza mayoritaria de las y los votantes en las elecciones generales del 28 de abril para, con aquellas herramientas, contribuir a edificar en ambas islas el país que quiero. En Lanzarote, La Graciosa y cualquier otro rincón de España los retos son los mismos: el combate contra la desigualdad, la regeneración democrática y una recuperación económica justa.
Todos sabemos que el Senado no tiene tanta trascendencia como el Congreso de los Diputados en el sistema parlamentario español, pero veo factible conformar un grupo territorial dentro del Grupo Socialista en el Senado para intentar defender los intereses de Canarias, los de Lanzarote y La Graciosa y, por supuesto, los de España. Mis prioridades son las de mi partido, el PSOE, y se centran en pensiones, educación, ciencia y reindustrialización, pacto de rentas, igualdad de género, rescate a los jóvenes, cuidado de los mayores, política de agua, clima y energía, ingreso mínimo vital, un nuevo pacto constitucional y la financiación autonómica y local.
Este país no necesita ni más crispación, ni más demagogia, ni quedarse anclada en el pasado, que es lo que proponen las fuerzas políticas conservadoras. Necesitamos, en cambio, un país donde prime el conocimiento, con una educación y una formación profesional de calidad y sin exclusiones, donde investigación y universidad vayan de la mano para que avancemos hacia el futuro a través de la ciencia y la innovación, y donde la cultura sea el reflejo de una España moderna.
Quiero un país competitivo, que ofrezca empleos dignos y oportunidades para trabajar y vivir en familia, con presupuestos y financiación sociales; un país con infraestructuras modernas y seguras en el que el medio rural no se quede despoblado ni descolgado del desarrollo general, donde las pequeñas y medianas empresas sean un sólido tejido social, con una redistribución de la riqueza que permita el crecimiento y que luche de forma decidida contra la corrupción y el fraude.
Quiero un país del bienestar, con pensiones dignas garantizadas y una educación para el respeto y por los derechos de la infancia, que lleve adelante un pacto de estado por la igualdad y contra el machismo, y también ha de ser el de los derechos y libertades mediante la extensión y consolidación de derechos para la ciudadanía, entre los que se encuentra el derecho irrenunciable a una vivienda digna y asequible, y la modernización y transparencia de la administración pública.
Quiero, por último, un país que aborde con decisión la transición ecológica mediante el impulso a un green new deal que nos permita hacer frente a la necesaria transición energética mediante el fomento de las energías renovables, del autoconsumo y de la creación de empleo en este sector. Un país europeo abierto al mundo, global dentro y fuera, es lo que quiero.
Para construir un país así, aspiro ser senador de Lanzarote y La Graciosa.
Manuel Fajardo Palarea, candidato del PSOE al Senado por Lanzarote y La Graciosa