Ha pasado un año desde que Mariano Rajoy ganara las Elecciones generales del 20N por mayoría absoluta. Un año de mentiras e incumplimientos electorales.
Es ahora cuando el PP muestra su agenda oculta, argumentado que está legitimado por las urnas para acometer toda reforma que estime oportuna, haya ido o no en el programa electoral, se haya anunciado o no durante la campaña electoral. Pero ganar unas Elecciones no supone un cheque en blanco de la ciudadanía al político de turno durante cuatro años; y mucho menos si se hace todo lo contrario a lo prometido.
Esa la base del descontento que vivimos en estos días, de las continuas manifestaciones en el seno de nuestra sociedad. Llámese huelga general, llámese tertulia entre amigos, hoy es palpable en todos los ámbitos esta desilusión con el cambio que decía representar el PP y que ha sido al tiempo engaño y desengaño para la ciudadanía.
Mientras la prima de riesgo seguía subiendo sin control y se pedía un rescate bancario, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se iba a Polonia a ver un partido de fútbol. Un rescate con dinero público para los mismos bancos que luego deshauciaban de sus casas a los ciudadanos que tendrían que pagar los intereses de ese rescate.
En estos momentos convulsos es cuando se hace más necesario que nunca el lema socialista "Escuchar, hacer y explicar". Es fundamental escuchar a los ciudadanos en cada momento y tener en cuenta su opinión, aunque sea una medida controvertida o impopular. No se puede gobernar de espaldas a la ciudadanía o hacer oídos sordos a sus necesidades y demandas. Es el político el que se debe al pueblo soberano y debe velar por hacer lo que éste le pide. Y desde luego, es más necesario que nunca explicar con transparencia en que se está trabajando en cada momento y cuáles son las razones de cada medida.
Es ahí donde el PP en Lanzarote ha dejado de lado a la sociedad lanzaroteña. No solo hizo oídos sordos a la manifestación más multitudinaria que se recuerda en la isla, en la que miles de personas rechazaron de manera rotunda las prospecciones petrolíferas, sino que aún estamos esperando una rueda de prensa del diputado Francisco Cabrera sobre la posición de su partido en la isla a este repecto.
Y de paso, que diga a los conejeros que está a favor de subir las tasas universitarias, aunque muchos estudiantes de Lanzarote tengan que dejar la Universidad por no poder permitírselo, o que está a favor de la mínima e insuficiente partida en los Presupuestos generales para la desalación de agua.
Si cabe, es aún peor la última medida tomada por este Gobierno del Partido Popular sobre la reforma de tasas en materia de Justicia. Una ley que ha sido aprobada únicamente con los votos a favor de los diputados conservadores, incluido el representante de Lanzarote. No solo no han escuchado al resto de grupos parlamentarios, que también representan a la ciudadanía, sino que ha sido aprobada con las voces en contra y sin escuchar la opinión de la mayoría de profesionales de la Justicia, abogados, jueces, magistrados, fiscales y secretarios judiciales.
Solo una sociedad justa nos hace a todos ciudadanos iguales. Desde el PSOE de Lanzarote nos oponemos frontalmente a esta reforma, que podría tacharse de inconstitucional. Esta Ley de tasas generará una justicia para ricos y otra para los demás, y sólo podrá acceder al sistema quien tenga dinero suficiente para pagárselo. Conviene recordar al presidente Rajoy que el Tribunal Constitucional ya advirtió en su sentencia 20/2012 de 16 de Febrero de 2012, que “la cuantía de las tasas nunca debe impedir u obstaculizar el acceso a la justicia".
Solo a modo de ilustración, una persona que quiera recurrir una multa de tráfico de 100 euros tendrá que pagar una tasa judicial de 200 euros. En el orden social, por recurso de suplicación un trabajador tendrá que pagar hasta 500 euros, y por un recurso de casación en el orden civil o contencioso administrativo habrá que pagar una tasa de hasta 1.200 euros.
Seguiremos esperando que nuestros representantes del Partido Popular en Madrid, diputado y senador, nos expliquen por qué apoyan que en Lanzarote, como en el resto del país, haya ciudadanos de primera y de segunda, y que ante violaciones y vulneraciones de derechos solo los puedan hacer valer los que económicamente lo puedan costear. O que, por ejemplo, en momentos económicamente difíciles como los que vivimos, una mujer víctima de violencia de género, tenga que pagar aún más dinero para pedir el divorcio de su marido maltratador.
Tomás Silvera Cabrera
Vicesecretario General PSOE Lanzarote