Cuidados dignos también en la escuela: por qué la enfermería escolar no puede esperar

02/11/2025

La pasada legislatura, con María Dolores Corujo al frente del Cabildo de Lanzarote, demostramos que sí se podía: arrancamos un piloto de enfermería escolar con financiación 100% insular en Tías, Tinajo y San Bartolomé. Ahora toca que el Gobierno de Canarias cumpla el mandato unánime del Parlamento y lo despliegue en todas las islas.

Comenzó el curso 2025/2026 y seguimos sin avances reales. En junio, el Parlamento de Canarias aprobó por unanimidad una Proposición no de Ley para impulsar la enfermería escolar. Sin embargo, a día de hoy no se ha nombrado ni una sola plaza específica y Canarias mantiene apenas 22 profesionales para más de 1.300 centros y más de 250.000 alumnos y alumnas. No son cifras frías: son niños y niñas con nombre y apellidos; profesorado que asume, sin medios ni formación sanitaria, responsabilidades que no le corresponden; familias que viven el aula con incertidumbre cuando hay patologías crónicas, alergias severas o necesidades de apoyo.

La enfermería escolar no es un lujo. Es política de cuidados dignos aplicada a lo cotidiano: prevención, educación para la salud, respuesta ante urgencias, seguimiento de enfermedades crónicas, salud mental, educación afectivo-sexual, coordinación con Atención Primaria. Es igualdad de oportunidades, también en los barrios alejados y en los pueblos, y es tranquilidad para quienes educan y para quienes aprenden.

En Lanzarote no partimos de cero. En la pasada legislatura, bajo la presidencia de María Dolores Corujo, el Cabildo puso en marcha un proyecto piloto financiado al 100% con recursos insulares. Elegimos Tías, Tinajo y San Bartolomé porque ya estaban adheridos a la Estrategia Canaria de Islas y Municipios Promotores de Salud. Muchos de sus centros formaban parte, además, del Eje de Promoción de la Salud y Educación Emocional de la Red Canaria Innovas. Tenían cultura de salud y ganas de ir más lejos. Aquella experiencia dejó algo más que titulares: dejó protocolos, dejó coordinación real entre equipos docentes y sanitarios y dejó evidencia de que el modelo funciona, mejora el clima escolar y reduce riesgos.

¿Por qué entonces no avanzamos? Porque cuando los cuidados no están en el centro de la agenda, se deslizan hacia los márgenes. Los datos vergonzantes en dependencia, listas de espera, retrasos, procedimientos eternos, y la falta de apoyos de auxiliares educativos en demasiados centros dibujan el mismo patrón: se delega en familias y profesorado lo que debería garantizar el sistema público. No puede ser. El cuidado no se improvisa ni se externaliza a base de buena voluntad: se planifica, se dota y se evalúa.

Estamos pidiendo cumplir con lo acordado y honrar una idea sencilla: los cuidados son un derecho, no un favor. Y, además, salen a cuenta: cada crisis evitada, cada descompensación prevenible, cada intervención temprana en salud mental ahorra sufrimiento y también recursos.

Desde Lanzarote ya hicimos camino con el liderazgo de María Dolores Corujo. Demostramos que la enfermería escolar encaja, suma y mejora la vida de la comunidad educativa. Ahora corresponde al Gobierno de Canarias hacer lo que se espera: pasar del papel a los hechos. Si no es ahora, ¿cuándo? Si no es en la escuela, ¿dónde?

Porque de eso va la política útil: de que una madre no tenga que pedir permiso en el trabajo para ir a poner una inyección urgente; de que un tutor no tenga que decidir, solo, qué hacer ante una crisis epiléptica; de que una niña con diabetes viva su jornada con normalidad; de que las alergias severas se gestionen con seguridad; de que la salud mental deje de ser un tabú y encuentre profesionales que la atiendan también desde el aula.

La enfermería escolar es la pieza que falta para que el derecho a la educación y el derecho a la salud caminen juntos. Cumplir la PNL no es cumplir con un trámite: es cumplir con la infancia de Canarias.

Lucía Olga Tejera
Parlamentaria del PSOE y secretaria insular de Derechos Sociales del PSOE de Lanzarote