Los socialistas acusan al alcalde de invertir más en «autobombo» que en atender las necesidades de los vecinos y vecinas del municipio
"Cien días de desgobierno en Tías». Así ha titulado el PSOE los tres primeros meses de gestión del Partido Popular en el presente mandato, plazo tradicional que se da la oposición antes de realizar manifestaciones públicas.
La critica responde a lo que califican de «continuismo», tanto en el autobombo que ya es marca de la casa del alcalde Francisco Hernández como en la inacción más absoluta en las tareas de gestión.
Según asegura el portavoz del grupo Socialista, César Reyes, «siguiendo la tónica del mandato anterior, el Partido Popular de Tías, con el regidor a la cabeza, continua con su campaña de publicidad y marketing político, desatendiendo las verdaderas necesidades de los vecinos y vecinas del municipio».
El caos en torno a las obras de Puerto del Carmen por la falta de información y de señalización, que ha generado numerosas quejas vecinales; el alarmante deterioro de las infraestructuras municipales, con especial mención a la Plaza El Pavón, el salón Indieras y los centros socioculturales, o el despilfarro en la decoración de las rotondas, «mientras vecinos siguen sin asfalto o alumbrado en sus calles», son algunos de los argumentos planteados por los socialistas.
Además, en opinión de Reyes, se profundiza en problemas generados durante los pasados cuatro años de gestión popular, con el mantenimiento de Puerto del Carmen en la cola de los destinos turísticos de Lanzarote, la paralización de las licencias del Plan de Modernización de infraestructuras turísticas o la incapacidad de abrir la piscina municipal o habilitar aparcamientos en Puerto del Carmen.
Finalmente y en materia financiera, «una de las cuestiones que el Partido Popular pretende dominar», Tías se mantiene en el octavo puesto, entre los diez municipios mas endeudados de Canarias.
«Hernández pasó cuatro años hablando de la herencia recibida; luego aseguró, a principios de 2015, que eramos un Ayuntamiento saneado. Pero la realidad es tozuda y las cifras no engañan», apunta el portavoz.