Comienza una nueva etapa para los Socialistas de Lanzarote. Hemos abandonado el grupo de gobierno del Cabildo y, ahora, toca centrarse en la labor de oposición.
Una labor que no nos es desconocida. Aunque alguno prefieran no acordarse, este mandato empezó para el Cabildo con los Socialistas de Lanzarote en la oposición, y así estuvimos dos años.
Dos años caracterizados por el desgobierno, la ausencia de proyecto y una enorme inestabilidad, que nos obligaron a realizar una oposición dura y contundente, sin concesiones.
Pero no toca, ahora, realizar balance, que habrá de hacerse. Toca, más bien, perfilar las líneas de este nuevo periodo. Un periodo apasionante, pues a las lógicas dificultades de un grupo de gobierno en minoría, acabando un mandato agónico, se le suma la cercanía de un nuevo periodo electoral.
Por eso nuestra labor se presenta dura. Habrá de combinarse la crítica con la colaboración en los asuntos de interés general. Habrá de compatibilizarse el señalar las deficiencias, con alumbrar esperanzas y posibilidades. Habrá de generarse ilusión en medio de un panorama que no invita a ello.
Ese es el reto. Difícil, pero no imposible.