Alternativa Ciudadana 25 de Mayo subsistía a duras penas en los últimos tiempos. Salvo alguna intervención puntual en los plenos del Ayuntamiento de Arrecife y otras declaraciones públicas sin demasiado sentido en los medios de comunicación propiedad de Agustín Acosta Cruz (q.e.p.d), la "Operación Unión" le ha venido de maravilla a su menguada dirigencia para obtener espacio mediático gratuito. Básicamente, para las únicas cabezas visibles de AC25M, la actual situación tiene un culpable principal y fundamental: el PSOE.
Los ciudadanos de Lanzarote se encargaron de liquidar en las urnas un proyecto que nació de un movimiento cívico sin precedentes en la isla. A principios de este siglo, miles de personas provenientes de la izquierda política (si, si, también del PSOE), de los sindicatos, de organizaciones sociales y de colectivos ciudadanos, gritaron ¡basta ya! en las calles de Arrecife y le hicieron saber a los dirigentes políticos que era imprescindible y urgente un cambio en las formas de entender la cosa pública que hasta ese momento habían primado en Lanzarote.
Pero la conversión del movimiento ciudadano a partido político clásico, los egos desmedidos de determinados individuos transmutados de pronto a vigilantes irredentos de la ética colectiva, el aspecto de Gran Timonel de alguno y su estrepitosa ruptura interna, nos mostraron a todos las interioridades fétidas de una organización que nació pura y murió infecta: era el poder. Las diferencias no eran ideológicas, o estratégicas, o políticas. No. El problema era el nombre del primero que iba en la lista electoral. En fin.
Los ciudadanos lo percibieron y en las sucesivas elecciones colocaron a AC25M como fuerza política marginal. Sus dirigentes culparon al PSOE. Su presencia en los foros de decisión política en Lanzarote desapareció. Sus cabezas más visibles dijeron: "¡la culpa es de los socialistas!" Medios de comunicación hostiles con el PSOE, a saber, los de Acosta Cruz (q.e.p.d.) o los de Jorge Coll, les abrieron sus puertas, a condición de que atacaran a los dirigentes socialistas. Ellos lo hicieron, y con ellos se diluyó un proyecto político nacido de las entrañas de la ciudadanía del cual hoy no queda nada. Nada de nada.
Bueno, si. Queda la "Operación Unión". Los dos concejales de AC25M en el Ayuntamiento de Arrecife, es decir, los únicos que aún subsisten, culpan al PSOE de todo. Absolutamente de todo. Exigen la dimisión de los concejales socialistas, y que corra la lista. Acusan al PSOE de estar "otra vez ciegos". "¡Se quieren ir de rositas!", exclaman, y piden "savia nueva". Vale. Me da la sensación de que asistimos al último estertor de AC25M, a la agonía de un proyecto ilusionante que unos cuantos se encargaron de exterminar. Pero mientras persiste el coma, algunos, entretenidos, miran al PSOE.