En las últimas semanas hemos podido escuchar y leer muchos calificativos sobre el municipio de Tías: va a la deriva, se ha convertido en una ciudad dormitorio, es un caos urbanístico, desastres de obras en las calles, el desmantelamiento de la cultura...
[[{"fid":"5017","view_mode":"default","fields":{"format":"default","alignment":"left","field_file_image_alt_text[und][0][value]":"Payaso triste","field_file_image_title_text[und][0][value]":"Payaso triste"},"type":"media","field_deltas":{"1":{"format":"default","alignment":"left","field_file_image_alt_text[und][0][value]":"Payaso triste","field_file_image_title_text[und][0][value]":"Payaso triste"}},"link_text":null,"attributes":{"alt":"Payaso triste","title":"Payaso triste","height":245,"width":268,"class":"media-element file-default media-wysiwyg-align-left","data-delta":"1"}}]]Todo eso y mucho más definen la situación actual de nuestro pueblo, un municipio que, sin duda, va sin rumbo y que a pesar de todo el dinero que se ha movido y que se mueve, no ha sabido adaptarse y no ha sabido definir que modelo de pueblo quiere ser y en que se quiere convertir. Como resultado de todo esto, la cultura, o lo poco que queda de ella, va dando palos de ciego mientras agoniza en su lecho de muerte.
Según el senador mexicano Javier Corral Jurado, no se entiende un estado democrático de derecho, sin la garantía de dos derechos fundamentales para el desarrollo del hombre y de la sociedad: el derecho a la cultura y el derecho a la información. Sin posibilidades de acceso y disfrute a los bienes culturales, y sin opinión pública debidamente informada, la democracia termina siendo una imposibilidad.
Ahí está la realidad desgarradora sobre la desafección de los ciudadanos por la política, que no es más que una historia tridimensional: es educativa, es cultural y comunicacional. Se está llegando al punto en que la ciudadanía se moviliza no para elegir a un partido, sino para evitar que otros candidatos puedan acceder al gobierno.
Tías tiene que reinventarse completamente. Tiene que modernizarse y pensar en el siglo XXI. Tiene que convertirse en una sociedad moderna proyectada al mundo global pero sin olvidar la cultura y la identidad para así evitar el desarraigo social.
Es imprescindible diseñar políticas culturales serias teniendo claro cual es la situación cultural y social del pueblo en estos momentos, y a donde se quiere llegar. Para poder implementar estas políticas es necesario un presupuesto que se adapte a las directivas europeas (entre un 3% y un 5% del presupuesto total) lo que supondría una inversión en cultura de 1.000.000€ aproximadamente. Este presupuesto tiene que ser exclusivamente para cultura (no para fiestas, turismo, deporte...) por lo que es muy importante que quede claro desde el primer momento que es lo que entra en el saco de la cultura. Para aclarar esto y otras dudas solo hay que recurrir a los informes de la UNESCO, donde está perfectamente definido que es la cultura, de que se compone y para que sirve.
Los departamentos de cultura (como manifestó hace unas semanas en sector de la cultura de Gran Canaria y Tenerife) invierten todos los recursos en programación de eventos. Eventos que en la mayoría de los casos se elijen sin ningún criterio artístico, cultural, ni social.
Las instituciones públicas debe ser un promotor y patrocinador en la producción de los bienes y los servicios de la Cultura, no su guardián, ni siquiera su guía.
Los poderes públicos han venido encaminando la mayoría de sus acciones hacia aspectos colaterales del hecho cultural, cuando no reduciéndolo a sus aspectos más representativos. Básicamente, el ámbito de actuación de las políticas públicas que se ejecutan en la Isla se reduce a la realización de un conjunto más o menos extenso de actividades, en cuya valoración priman sus resultados cuantitativos y su trascendencia social a través de los medios de comunicación de masas en aras de aumentar su influencia en la sociedad. Forma de proceder que legitima productos culturales, en ocasiones de dudoso interés, y que imposibilita el desarrollo de otras iniciativas y la articulación de mecanismos de participación que regulen las relaciones entre lo público y los agentes culturales. (1)
Tías, es evidente que tiene un gran déficit de infraestructuras culturales, en la actualidad solo cuenta con cinco: Teatro municipal, Ermita de San Antonio, escuela de música y dos bibliotecas.
Para una población de más de 22.000 habitantes, que es lo que tiene el municipio actualmente, debería haber al menos 20 infraestructuras culturales solo en el pueblo de Tías:
Teatros |
1 Estropeado en su reforma y en mal estado |
Auditorios |
0 |
Salas polivalentes |
0 |
Salas de exposiciones |
1 Pequeña y con muchas limitaciones |
Cines |
0 |
Museos y centros de interpretación |
0 |
Archivos |
0 |
Bibliotecas |
2 Con muchas deficiencias |
Centros culturales / Casas de cultura |
0 |
Centros de formación artística: |
|
|
1 En una situación lamentable |
|
0 |
|
0 |
El patrimonio está en un estado de abandono absoluto y Tías cuenta con el reconocimiento de tan solo un BIC (bien de interés cultural), la Ermita de la Candelaria.
Falta promoción del sector cultural. Es imprescindible crear tres líneas de ayudas para reanimar al sector y así diversificar la cultura, al mismo tiempo que se genera riqueza en el municipio. En necesario proteger a los artistas y creadores, al tercer sector (asociaciones y fundaciones) y a las Industrias culturales.
Para concluir, si llegamos a gobernar nos queda mucho trabajo por delante, y mucha parte de este trabajo tiene que ser de planificación con sosiego con el asesoramiento de profesionales. De no ser así, tal vez Tías esté a punto de perder unos de los últimos trenes hacia la modernización.
José Juan Cruz
Candidato Socialista a la Alcaldía de Tías
(1) LANZAROTE EN LA BIOSFERA. UNA ESTRATEGIA HACIA EL DESARROLLO SOSTENIBLE DE LA ISLA. Documento realizado por M. A. Perdomo y Fernando Ruiz Gordillo para el Cabildo de Lanzarote.