La vida nos ha puesto ante una situación inédita en nuestro país y a escala planetaria, imposible de prever ni en la peor de las pesadillas. El Gobierno de coalición formado por el PSOE y UP afronta con determinación la emergencia sanitaria que nos asola apoyándose en el conocimiento científico, pero somos plenamente conscientes de que para doblegar la pandemia estamos transitando un camino desconocido hasta ahora. Por eso, porque no somos infalibles, con seguridad hemos cometido errores, y probablemente cometamos otros hasta someter el coronavirus.
Después de varias semanas de confinamiento en nuestros hogares, empezamos a ver la luz al final del túnel, pero aún nos quedan por delante semanas muy duras, meses muy difíciles. Por esa razón, no es momento de reproches, sino de evitar el colapso de nuestra sanidad pública y de salvar vidas. Y, por supuesto, sobran por repugnantes las campañas de desprestigio y desgaste muñidas sobre la muerte y el dolor. Es el tiempo de proteger la salud y la vida de las personas, e ir pensando en cómo proteger la salud de nuestra economía. El desafío es de tal magnitud que sólo puede hacerse si estamos juntos, si lo abordamos unidos.
La sociedad espera lo mejor de cada uno de nosotros. Creo que no me equivoco si digo que la población exige a los partidos políticos y a los representantes públicos que dejemos de lado los enfrentamientos para aunar los esfuerzos en defensa del interés general. Que, sin renunciar a la crítica, pospongamos durante este tiempo el legítimo ejercicio de la confrontación política, para arrimar el hombro todos a una con el fin de superar la pandemia y recuperar la economía, la actividad de las empresas y el empleo. Ya habrá tiempo de exigir responsabilidades al Gobierno. Ahora toca todos a una.
Green New Deal, Plan Marshall para la Europa del siglo XXI, reedición de los Pactos de la Moncloa… Pongámosle el nombre que queramos a la ingente tarea que nos queda por delante, a todas y a todos sin excepción, para que la actividad económica recobre la energía cuando todo esto pase. Pero, antes, habremos de sellar un pacto sólido y de largo recorrido por las empresas y el empleo, y, antes aún, tendremos que ser capaces de vencer, también juntos, al coronavirus.
Este es un tiempo de lealtad institucional; no a Pedro Sánchez, ni al Gobierno de España, sino al país y a la ciudadanía. Es tiempo de desenterrar el verdadero sentido de Estado, una alta responsabilidad que atañe también a los agentes económicos y sociales y a cada uno de los ciudadanos y ciudadanas. Ahora mismo estamos en el preciso momento en el que la historia saca su vara de medir para conocer la talla de cada cual. Estemos todos a la altura. Pienso que Gobierno lo está; espero y deseo que la oposición también.
Fco. Manuel Fajardo Palarea, senador del PSOE por Lanzarote y La Graciosa.