Señor Manuel Mederos, subdirector de Canarias 7:
Tras la lectura de su columna de opinión, publicada en esa misma sección de Canarias 7 el martes, 13 de enero, bajo el título Los molinos de Dimas, considero conveniente explicar nuestro punto de vista para aportar un poco de luz a su esponsorizado e injurioso pensamiento.
Con las energías renovables de Canarias intentan repetir la estrategia que con el valor turístico: ocultárselo a los isleños mientras se apoderan de él.
Las energías alternativas que pueden captarse en Lanzarote son nuestro mayor patrimonio económico y ambiental. Son la mayor garantía de supervivencia y desarrollo para esta isla.
¿A quién pertenecen los recursos naturales de Lanzarote, los mismos que hicieron las cosas muy difíciles a nuestros antepasados, el sol, el viento, las mareas? Hoy, gracias a la disponibilidad y operatividad de conocimientos y tecnología, se han convertido en nuestros mayores valedores, enormes, para siempre.
El ABC de la política nos dicta que el principal valor que hay en la isla es su sociedad; todo le pertenece y debe servir en primer lugar para garantizar su supervivencia, bienestar y desarrollo. Veo en el concurso eólico que se falló en Las Palmas el inicio del despojo a los canarios del enorme recurso económico que supone la gestión de las energías renovables.
El asunto puede ser legal, aunque entiendo que se basa en una legislación desfasada, obsoleta y que ampara la supremacía de las grandes compañías respecto a los mayores y más seguros negocios. Puede ser legal, insisto, pero es absolutamente ilegítimo. El concurso eólico no deja de ser la subasta en Gran Canaria de una riqueza que pertenece a los lanzaroteños.
No obstante, el pueblo de Lanzarote acudió a ese concurso con el mejor proyecto y no competimos por dinero, como los demás, sino por agua, por supervivencia. Por tanto, sepa que recurriremos la exclusión de Inalsa por todas las vías.
Lo demás ya lo conoce Ud., aunque podemos aclararle que el error en la adjudicación no es sólo técnico; es también económico, porque otorga negocios millonarios y para siempre. Y es político, porque se lleva por delante el principal recurso que tenemos para salir de la crisis y ponernos a salvo de futuras recesiones.
Fieles a nuestra ideología, sabemos que la sociedad de un pueblo es su principal baluarte. Vamos a mostrar a nuestra ciudadanía el valor de su energía, le vamos a preguntar y a proponer qué hacer con ella, al tiempo que plantearemos un pre plan energético con las iniciativas necesarias para que en el horizonte del 2020 las renovables sean mayoritarias en la isla.
Como ve, estamos muy alejados de los postulados energéticos del Gobierno de Canarias, al que instamos a presentar un nuevo Plan Energético que se acomode a la realidad actual; a derogar las restricciones coloniales; a la democratización de la energía y a la cancelación de proyectos de centrales térmicas.
Con el deseo de que mi respuesta a su mercenario artículo le sirva para distinguir mejor a quienes calzan guante blanco en Canarias, atentamente,
Manuela Armas, presidenta del Cabildo de Lanzarote