El diputado del Grupo Parlamentario Socialista por Lanzarote Pedro Viera destaca que se trata de la única isla que ha tomado medidas para frenar la expansión de la cochinilla mexicana y mantener la autóctona, “que forma parte del patrimonio cultural de la isla y elemento dinamizador de la economía”.

La Consejería de Agricultura del Gobierno canario junto con el Cabildo de Lanzarote invertirá 12 millones de euros en un proyecto para implantar nuevas producciones alternativas que ayuden a diversificar la actividad económica.

El diputado del Grupo Parlamentario Socialista por Lanzarote Pedro Viera apostó en el Pleno de la Cámara regional por la puesta en marcha de medidas para conservar las tuneras de la isla, que se están viendo afectadas por la expansión de la cochinilla mexicana y poniendo en peligro el cultivo tradicional de la cochinilla, parte del patrimonio cultural de Lanzarote.

Viera intervino en una pregunta del Grupo Socialista a la Consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca sobre las medidas que se están tomando para combatir la expansión de la cochinilla mexicana en las tuneras de Lanzarote, en especial en zonas como Zonzamas, Teseguite y Los Valles.

El diputado socialista recordó que este cultivo supuso una fuente de ingresos para muchas familias, pero que con el descubrimiento de los colorantes sintéticos y la presencia de países productores como Perú, provocaron el abandono de la actividad de forma paulatina, con la acumulación en la actualidad de hasta 40.000 kilos “a los que habrá que darles salida”.

Para Viera, la presencia de esta plaga y la previsible desaparición de la tunera “hace muy difícil” la reactivación del sector, a pesar del “esfuerzo” de la Consejería de Agricultura del Gobierno canario y del Cabildo de Lanzarote junto con agricultores y colectivos para mantener vivo “este cultivo y ese paisaje tan singular”.

En este sentido, celebró el anuncio de la Consejería de Agricultura sobre la firma de un convenio con la Sociedad Mercantil Estatal de Infraestructuras Agrarias (SEIASA) para impulsar obras de regadío en el noreste de Lanzarote por 12 millones de euros, lo que facilitará el acceso al agua de riego a los agricultores y ganaderos de la zona, y que además permitirá la implantación de nuevas producciones alternativas que ayuden a diversificar la actividad económica.

Viera apostó por llegar a un consenso con los agricultores de la zona para buscar una alternativa con la introducción de nuevos cultivos que sean “atractivos y rentables” como la pitaya, la piña y la vid. “La importancia de conservar este cultivo va más allá de la diversificación de nuestra economía, tiene que ver con la defensa que ha hecho siempre el pueblo de Lanzarote de una de sus señas de identidad, y debemos procurar su conservación y comercialización”.