Los socialistas consideran que las declaraciones de Rivero y Soria sobre la inseguridad ciudadana en Canarias perjudican al sector turístico en mucha mayor medida que el reportaje de un periódico

El PSOE de Lanzarote hace suyas íntegramente las declaraciones del nuevo portavoz socialista en el Parlamento de Canarias, Blas Trujillo, quien acusó al actual Gobierno de Canarias de "pegar un tiro al sector turístico" porque sus actuales responsables aseguran que las islas no son seguras y que en esta comunidad autónoma "se viola y se secuestra".

Los socialistas lanzaroteños consideran gravísimas las manifestaciones de Paulino Rivero y José Manuel Soria, que atentan directamente contra el destino turístico canario, caracterizado desde siempre por ser uno de los más seguros del planeta.

El PSOE de Lanzarote espera con interés las reacciones públicas de aquellos políticos, empresarios y voceros mediáticos que hace unas semanas se desgañitaron de forma histérica contra unas declaraciones al periódico El País del consejero de Centros Turísticos del Cabildo y secretario de Organización socialista,  Carlos Espino,  en las que hablaba de determinadas irregularidades urbanísticas cometidas en la Isla por alcaldes corruptos y empresarios desaprensivos.

¿Tienen algo que decir, ante las afirmaciones de Paulino Rivero y José Manuel Soria sobre la inseguridad ciudadana en Canarias, organizaciones como Asolan, Aetur, ATI-cc, PP y su pintoresco coro mediático?, se preguntan los socialistas.

La errática posición en materia turística del actual Gobierno de Canarias, que un día se define ecologista y pro-moratorias y al día siguiente alaba las bendiciones de la construcción, está provocando que nuestro destino turístico pierda interés y se convierta en caro, obsoleto y alejado de los mercados tradicionales.

Por esta razón, los socialistas de Lanzarote recomiendan al presidente del Gobierno de Canarias y a su consejera de Turismo que no hablen, que no hagan declaraciones imprudentes y frívolas sobre seguridad ciudadana, para de esta forma intentar perjudicar lo menos posible al sector turístico canario.