El PSOE de Lanzarote reclama al PP un posicionamiento “claro y definitivo” sobre las prospecciones en Canarias

El PSOE de Lanzarote reclama al PP un posicionamiento “claro y definitivo” sobre las prospecciones en Canarias

Según Espino, “La ciudadanía debería conocer el criterio del nuevo gobierno sobre el petróleo, más allá de las declaraciones contradictorias de unos y otros”

Los socialistas de Lanzarote han reclamado públicamente al Partido Popular que fije su posición respecto a las prospecciones petrolíferas en Canarias. La exigencia viene derivada de las últimas declaraciones del presidente del Cabildo de Gran Canaria, José Miguel Bravo de Laguna, favorables a la extracción de crudo entre Lanzarote y Fuerteventura.

Según el secretario general del PSOE lanzaroteño, Carlos Espino, “la ciudadanía debería conocer el criterio del nuevo Gobierno de España en esta materia, toda vez que sería el responsable de conceder la licencia a REPSOL para que inicie las catas”.

“Y hablamos de un único criterio, pues hasta la fecha hemos escuchado al presidente del PP regional, José Manuel Soria, defender las prospecciones a ultranza; a la presidenta de Lanzarote, Ástrid Pérez, rechazarlas; y al presidente del Cabildo grancanario, desearlas, pero lejos de sus costas”, argumenta Espino.

En referencia a las manifestaciones de Bravo de Laguna, el líder de los Socialistas de Lanzarote considera que “prospecciones petrolíferas” y “protección del medioambiente y el turismo” son conceptos “contradictorios e incompatibles”.

A su juicio, “los estados y las petroleras están exhibiendo una huída hacia adelante, al dedicar cada vez más esfuerzo económico a obtener menos petróleo y de peor calidad, poniendo en riesgo incluso las economías de los territorios afectados”.

“Si esas inversiones se destinaran al desarrollo de las energías renovables y limpias, estaríamos dando pasos hacia un futuro mucho más seguro y sostenible”, añade Espino.

Además, el socialista asegura “no compartir la confianza en la superioridad del hombre blanco”. “El último gran desastre ecológico por fuga de petróleo sucedió en el Golfo de Méjico, con tecnología norteamericana. Así que no nos vale la coartada de que, antes de que extraigan crudo los marroquíes, lo hacemos nosotros, de manera más fiable y segura”, dice.