Según Gustavo Cruz, “El mismo Partido Popular que quiere decidir por las mujeres sobre su maternidad, pretende decirles a las familias cómo administrar su ocio veraniego y cómo educar a sus hijos”
El Partido Socialista de Tías ha calificado de “impositivas y dictatoriales” las medidas de control aplicadas en las verbenas de Puerto del Carmen por el alcalde José Francisco Hernández, quien llegó al extremo de expulsar a familias con niños de la zona de ventorrillos de la plaza.
A juicio del secretario local del PSOE tiense, Gustavo Cruz, “la coartada de la aplicación de la Ley no puede servir para intervenir en las decisiones de los padres y madres de familia ni en la manera en la que educan o comparten el tiempo libre con los hijos e hijas”, señala.
Según indica, “el Partido Popular y su ideología moralizante pretenden entrar en la vida privada de las personas, en sus derechos y libertades, en la maternidad de las mujeres y de las parejas del mismo sexo y ahora, en la formación de los menores”.
“La primera obligación de los progenitores es velar por la salud y el bienestar de sus hijos y ello incluye la información sobre los efectos del alcohol en sus organismos, como sobre los riesgos del consumo de tabaco o de la práctica del puenting. Pero en ausencia de estos valores familiares la solución no es la represión por la fuerza sino las escuelas de padres. Trasladar el botellón de los menores de la zona de luz a la zona de sombra, a la que no llegan ambulancias ni hay posibilidad de actuación urgente, es incluso una temeridad”, añade.
Respecto al fárrago de datos aportados por el alcalde para justificar su actuación, los socialistas consideran que cifras de vandalismo calculados por décadas (“daños contra el mobiliario urbano, deterioro de la vía pública o ingesta de alcohol por parte de menores de edad turistas y residentes, habituales diez años atrás”) o partes médicos sin diferenciación de edad ("en los últimos tres años se han producido unas 300 asistencias por consumo de alcohol en menores y adultos") no son base suficiente para una actuación paternalista, que trata a los padres de familia como a menores de edad, sin criterio ni capacidad".