El ponente principal de la Convención socialista, Manuel Medina, defiende que son las entidades europeas las que han evitado un colapso total

La principal conclusión a la que llegaron los socialistas de Lanzarote, reunidos el pasado sábado en la segunda de las convenciones que vertebran su Conferencia política federal del próximo mes de octubre es una vocación europeísta sin fisuras.

Pese a la argumentación de algunos de los intervinientes del olvido o reiterpretación que en ocasiones hace España de las directrices europeas, la posición general frente a la cuestión Europa, problema o solución, que daba título al encuentro, apuntó claramente a la segunda posibilidad.

El catedrático de Ciencias Políticas, abogado y ex eurodiputado del PSOE, Manuel Medina, recordó que la Unión Europea fue el mecanismo ideado por las potencias del viejo continente para evitar conflictos bélicos tras la II Guerra Mundial y como mecanismo de solidaridad entre países.

“Sin las entidades internacionales, la situación socioeconómica tras el estallido de la crisis sería mucho peor. Incluso con un Gobierno del Partido Popular que ha mentido y miente, y que está estrangulando nuestra economía y multiplicando el déficit público y las tasas de desempleo”, señaló.

A su juicio, la Unión Europea “se ha hecho a base de crisis, paso a paso, pues no es un sistema perfecto pero sí una herramienta de solidaridad con los estados más débiles”, declaró Medina.

En el mismo sentido se manifestó la secretaria general de los Socialistas de Lanzarote, María Dolores Corujo, quien declaró que “Europa no es un lugar al que llegar, sino un proyecto que construir”. Rechazó el avance de la Europa de los mercados frente a la Europa de las personas y defendió la alianza de países con un “espacio de respeto, igualdad, democracia y solidaridad”.

Además, intervinieron Daniel Trigg, presidente de la asociación de residentes y empresarios extranjeros Lanzarote Business Association y Eileen Izquierdo, Cónsul Honoraria de Irlanda en la isla. Ambos resaltaron las dificultades que enfrentan los ciudadanos comunitarios para normalizar sus vidas en España y el caso concreto de Canarias, “donde la inseguridad jurídica y la burocracia agotan a los inversores extranjeros, que terminan por buscar otros mercados”. A su juicio, la aplicación de las directrices europeas sería un enorme paso adelante para evitar estas situaciones.

Un minuto de silencio

La nota más emotiva vino del responsable de la Federación de Asociaciones de Inmigrantes, Sy Cisse Mamadou Yero, quien, además de pedir un minuto de silencio “por aquellos cuyos sueños de prosperidad y bienestar acaban bajo el mar”, propugnó la construcción de una Europa “rica en la diferencia”.

También recordó que la Seguridad Social española se saneó gracias a las aportaciones de los inmigrantes y que en la actualidad, “no solo se pone en cuestión la atención sanitaria para muchas personas extranjeras sino que la falta de trabajo pone en peligro residencias estables, aunque no definitivas, y los reagrupamientos familiares”.

También aportaron sus visiones de Europa la concejala del PSOE de Tías, austriaca de nacimiento, Traude Foeller, quien relató en un tono distendido y ameno sus experiencias dentro y fuera de Europa y su pasión por Lanzarote; y  Yeray Méndez, de Juventudes Socialistas de Lanzarote, quien apostó por una Unión Europea basada en lazos de solidaridad y no de moneda común y criticó la reforma de la Ley de Educación, “que convierte a los jóvenes en generadores de recursos para el sistema económico y olvida por completo la formación en valores y la construcción de ciudadanos y ciudadanas libres, respetuosos y tolerantes”.