A raíz de una moción presentada por el Grupo Parlamentario Catalán de Convergencia i Unió, el Pleno del Senado aprobó anoche una enmienda transaccional que, promovida por el senador socialista por Lanzarote, Marcos Hernández, y apoyada por todos los grupos de la Cámara, insta al Gobierno a promover cuantas iniciativas sean precisas para proteger a los más jóvenes del consumo de todo tipo de drogas.

En su intervención ante el plenario, el senador socialista, tras dar la bienvenida a la moción del Grupo Catalán “como a cualquier otra acción encaminada a lograr el más amplio consenso en este campo”, reconoció la importante labor que el Gobierno está desarrollando en materia de drogodependencias, por lo que “le animó a seguir perseverando en esta línea de trabajo”.

A continuación, Marcos Hernández puso en valor el hecho de que todos los grupos apoyaran la enmienda transaccional porque “este consenso que los grupos parlamentarios alcanzamos hoy en el Senado, tiene que dar una visión clara del compromiso que todos debemos jugar en el desarrollo de las medidas que es preciso adoptar para abordar el problema del consumo de drogas por parte de los menores”

En este sentido, el senador canario señaló que todas las administraciones, central, autonómicas, cabildos y ayuntamientos, debían desempeñar un papel activo y decisivo a la hora de establecer cuantas normativas fueran precisas para la consecución de los objetivos enumerados en la enmienda transaccional aprobada. “Solo esa coordinación entre todos los entes políticos será capaz de disminuir la oferta y demanda en materia de drogas”, aseguró Hernández.

La enmienda transaccional finalmente aprobada, además de pedir al Gobierno que, en sus respectivos ámbitos y conjuntamente con los grupos parlamentarios en los correspondientes parlamentos y asambleas legislativas, promueva las iniciativas parlamentarias necesarias para proteger a los niños y adolescentes del consumo de todo tipo de drogas, tanto legales como ilegales, consta de otros apartados en los que, por ejemplo, se aborda la necesidad de que centros educativos y locales de ocio sean áreas libres de estas sustancias; se aboga por la elaboración de planes de difusión que informen a jóvenes, educadores y asociaciones de madres y padres, y se reivindica la utilización de los medios de comunicación, escritos y audiovisuales, en la difusión de informaciones reales.