A días de abrirse el plazo para solicitar las licencias de 2011, aún no se han concedido las del año en curso
Los socialistas de Teguise han denunciado el “caos administrativo” en el que se desenvuelve la gestión del mercadillo turístico de La Villa, uno de los motores económicos del municipio.
Según destaca la concejala del PSOE, Lourdes Cabrera, el plazo de solicitud de las licencias de uso de suelo público para la instalación de puestos durante el ejercicio 2011 se abre el 15 de octubre, hasta el 30 de noviembre. “Y sin embargo, aún no se han otorgado las licencias correspondientes a 2010, lo que crea enormes dificultades para el control del mercadillo. Tampoco se han cobrado las tasas, dejándose de recaudar una cantidad importante de fondos municipales”, explica la edil socialista.
Lourdes Cabrera recuerda que, durante la etapa en que fue responsable del mercadillo, las solicitudes se resolvieron en el primer cuatrimestre del año, “un hecho histórico en la gestión de la actividad, al agilizar los trámites y legalizar los puestos desde los primeros días”.
La actual situación de alegalidad del mercadillo dificulta enormemente el trabajo de vigilancia de la Policía local, que carece de información actualizada de la identidad de los titulares o ayudantes de los puestos o de la correcta ubicación de los mismos.
Coincide esta situación con las vacaciones del encargado municipal y de la concejala responsable, Rita Hernández. “Todo traduce un absoluto desinterés por el mercadillo, por mejorar las condiciones de los puesteros o por modernizar la actividad, que ha entrado en competencia con muchos otros mercados municipales en la isla”, señala Cabrera.
Entre las iniciativas de la concejala socialista durante su mandato al frente del mercadillo destaca el diseño de un plano turístico, que quedó pendiente de impresión, y un plan estratégico de dinamización.
“Fruto de mi trabajo fue la primera subvención destinada al mercadillo, que sirvió para implantar el mercado agrícola y para ampliar los baños públicos en la Plaza de la Mareta”, añade.
A su juicio, “la única decisión tomada por la actual concejala es contratar a una vigilante, que casualmente es hija de un mandatario de Coalición Canaria, sin concurso y con una jornada de 25 horas semanales, que al parecer no cumple”.