El PSC de Lanzarote se felicita porque las últimas sentencias judiciales apoyan las medidas contra el desarrollo incontrolado, a pesar de las presiones de alcaldes sin escrúpulos, promotores interesados y medios de comunicación que actúan como el brazo armado de los depredadores del suelo

El Partido Socialista Canario de Lanzarote reafirma su compromiso inquebrantable contra el desmesurado crecimiento turístico que experimenta nuestra isla, y se felicita por las últimas sentencias judiciales dictadas por los tribunales, que vienen a dar la razón a la inmensa mayoría de la sociedad insular en su batalla contra el desarrollismo descontrolado propugnado por alcaldes sin escrúpulos, empresarios especuladores y corifeos mediáticos al servicio de los “señores del suelo”.

Para los socialistas lanzaroteños, los tribunales están otorgando la razón al Cabildo de Lanzarote y a sus servicios jurídicos en su lucha contra la destrucción del territorio, poniendo en evidencia a los alcaldes que en su día concedieron licencias de construcción, saltándose la normativa del Plan Insular de Ordenación (PGO), de la propia “moratoria turística” y de las directrices de ordenación del Gobierno de Canarias.

Desde 1991, año de la aprobación por unanimidad en el Cabildo de Lanzarote del PGO, promotores inmobiliarios inconscientes y alcaldes tarugos han creído que las leyes de protección del territorio eran un obstáculo para sus intereses especulativos, y aún hoy sostienen que el futuro de nuestra isla pasa por los campos de golf, los puertos deportivos o los parques temáticos. Frente a esta posición ideológica retrógrada, propia de las derechas que hoy gobiernan en Canarias, el PSC de Lanzarote apuesta por la diferenciación, la calidad, la singularidad de la oferta turística y la capacidad de los lanzaroteños para ofrecer un destino turístico distinto y único. Exactamente lo que tantas veces y en tantos foros internacionales propugnó César Manrique.

Los socialistas de Lanzarote y toda la sociedad insular comparten un mismo objetivo: la defensa del territorio, la protección del medio ambiente, la conversión de la isla en un destino turístico cualificado y la puesta en marcha de mecanismos correctores que busquen la sostenibilidad insular y la promoción de la Reserva de la Biosfera. En el bando de enfrente, los depredadores del suelo, los especuladores inmobiliarios y sus medios de comunicación afines, verdaderos brazos armados de los caníbales del suelo.