El Grupo Socialista en el Senado presentará en el Pleno del próximo miércoles, día 21, una moción que insta al Gobierno a que comprometa los esfuerzos necesarios para respaldar el impulso de las administraciones autonómicas, insulares y locales para hacer realidad el proyecto de creación en Canarias de una Zona Internacional para la Cultura de Paz y los Derechos Humanos, de manera que se constituya y se introduzca en el ámbito de la UNESCO y de Naciones Unidas, así como en el Consejo de Europa, la figura de Zona Internacional para la Cultura de Paz y los Derechos Humanos.
En la exposición de motivos de la moción, su promotor, el senador por Lanzarote, Marcos Hernández, que también será el encargado de defenderla ante el plenario, explica que, en noviembre de 2005, se aprobó la Ley de Fomento de la Educación y la Cultura de la Paz, norma que establece una serie de medidas destinadas al ámbito educativo y de la investigación, al objeto de establecer la cultura de paz y no-violencia en nuestra sociedad.
En el seno del desarrollo de esta Ley, precisa Hernández, surgió la idea de convertir a Lanzarote en la primera experiencia de Zona Internacional para la Cultura de Paz y los Derechos Humanos, ya que contiene una vía anclada en lo cotidiano y próximo y otra que se expande desde Canarias hacia el resto de la Nación, de Europa y del Planeta, sirviendo de punto de encuentro y de referencia en el esfuerzo, siempre inconcluso y menesteroso, por establecer una Cultura de Paz en la Tierra y por hacer que los Derechos Humanos sean, más allá del derecho, un hecho para la humanidad.
Por tanto, añade el senador lanzaroteño, los fines que impulsan y sientan las bases de este proyecto son los de poner al servicio de Canarias, del Estado, de la comunidad internacional y de todos los pueblos y de las personas que los habitan un instrumento, a la vez que un escenario, que sirva e impulse los valores y la práctica de los principios de fomento de la paz, la democracia, la libertad, la justicia y la equidad entre las personas, los pueblos, las culturas y los estados con el fin de trabajar por la seguridad humana, el desarme, la prevención y resolución pacífica de los conflictos y las tensiones sociales y el fortalecimiento de la convivencia en la defensa de los Derechos Humanos.
En definitiva, concluye Marcos Hernández, el objetivo de esta propuesta es el de crear una plataforma que permita el impulso de una serie de valores y principios, como son los recogidos en la Carta de Naciones Unidas, que, a su vez, estarán articulados a través de tres ejes fundamentales: la defensa de los Derechos Humanos en todas sus dimensiones; la promoción de un desarrollo económico y social en el marco de un crecimiento sostenible y, por último, el compromiso con el concepto de Responsabilidad Social Corporativa que comprenda una práctica ética, tanto en el ámbito del mercado y la empresa, como en la gestión pública donde se propondrán los criterios de Buen Gobierno Democrático.