Isabel Martín: «Quienes hemos tenido a Oswaldo Betancort de alcalde conocemos perfectamente su capacidad para disfrazar la verdad e, incluso, para mentir descaradamente»
La consejera socialista en el Cabildo Isabel Martín ha mostrado su asombro ante «la falta de escrúpulos y el poco respeto por la verdad de Oswaldo Betancort» que, tras cambiar unos pocos muebles de sitio y ponerle un nombre nuevo, «se jacta ante la ciudadanía de inaugurar un nuevo centro de día para mayores en La Graciosa cuando esas instalaciones fueron puestas en funcionamiento el pasado mes de abril».
Tal y como explicó la consejera, el centro, con la denominación de Centro de ocio La Graciosa, fue remodelado a lo largo de varios meses, con una inversión aproximada de unos cien mil euros, finalizando las obras en marzo de este año.
Esas obras consistieron en la dotación de baños para personas con movilidad reducida, la adecuación de la cocina y el despacho de médico; la redistribución y ampliación de algunas de las estancias; actuaciones de picado y saneamiento; la sustitución de la carpintería actual y del pavimento; el aislamiento e impermeabilización de techos; la renovación de instalaciones eléctricas, fontanería y saneamiento; y la mejora de la eficiencia energética, entre otras, habiéndose planificado y realizado durante el anterior mandato.
Según Isabel Martín, estas instalaciones estaban destinadas no solo a atender a las personas mayores de La Graciosa, sino a proporcionar un entorno adaptado que permitiera desplazar temporalmente a mayores atendidos por el Cabildo en otros centros, ubicados en Lanzarote.
Para Isabel Martín este comportamiento no es nuevo: «Quienes hemos tenido a Oswaldo Betancort de alcalde conocemos perfectamente su capacidad para disfrazar la verdad e, incluso, para mentir descaradamente».
La consejera socialista ha lamentado que Coalición Canaria siga empeñada en utilizar a las personas mayores en sus estrategias populistas, cuando han demostrado a lo largo de estos años una dejadez inaceptable en la gestión de las instalaciones cedidas a terceros.
«Nos hemos pasado cuatro años regularizando situaciones sin ningún tipo de cobertura jurídica y, lo que es peor, sin que existieran mecanismos de control para garantizar que la atención a nuestros mayores se prestaba de manera correcta», ha finalizado Martín, que ha hecho llegar a los medios las imágenes que demuestran que las instalaciones son las mismas.