El blog de Manuel Fajardo

Fco. Manuel Fajardo Palarea

 

No es necesario que el Centro de Investigaciones Sociológicas realice un exhaustivo estudio de opinión pública para tratar de averiguar lo que la mayoría de los españoles esperamos del año nuevo. Bastaría con ojear los últimos Barómetros para confirmar que la situación del coronavirus que estamos viviendo preocupa mucho y/o bastante a más del 90 por ciento de la población, lo cual es una clara invitación a poner en tela de juicio el verdadero alcance del nuevo negacionismo en nuestro país.

 

Fco. Manuel Fajardo Palarea

 

Entre salvar las fiestas navideñas o proteger vidas de personas, indiscutiblemente prefiero esto último. Es lo sensato y es lo humano. Es el sentido mismo de esta celebración anual en la que participa buena parte de la humanidad y en la que ensalzamos la congregación, particularmente con nuestros seres más queridos y cercanos.

 

Fco. Manuel Fajardo Palarea

 

Si no vives en las Islas Canarias ni las sigues de cerca, es probable que te acabes creyendo que Coalición Canaria (CC) es el partido mayoritario en el archipiélago, que cuenta con un amplio respaldo electoral y que sus habitantes usamos el habla canaria, nuestra singular forma de expresarnos, para proclamar que la mayoría somos nacionalistas conservadores, es decir, nacionalistas canarios de derechas. Pero resulta que eso no es verdad, y da coraje que en CC se autoproclamen como los únicos canarios y las únicas canarias.

Fco. Manuel Fajardo Palarea

 

A los ocho senadores canarios del PSOE, entre los que me honro en estar en representación de Lanzarote y La Graciosa, de manera pública se nos imputó por secundar un voto particular de nuestro partido, dentro de un proyecto de ley de medidas urgentes para la agricultura y alimentación, de asestar un golpe de muerte al plátano canario, todo ello aderezado en redes, con foto incluida, del calificativo de culpables de votar en contra de Canarias. Sólo les faltó el “se busca” o poner una “diana”.

 

El proyecto de Presupuestos Generales del Estado de 2021 se tramita en el Congreso de los Diputados. Una amplia mayoría de la Cámara rechazó las enmiendas a la totalidad presentadas por la ultraderecha, la derecha extrema y la ultraconservadora Coalición Canaria, entre otros, por lo que sigue su curso el proceso que nos conducirá a disponer de unas cuentas públicas con el mayor gasto social de la historia.

Los demócratas han ganado las elecciones presidenciales norteamericanas, en los dos sentidos del término: ganó el Partido Demócrata y ganaron los verdaderos demócratas. Todavía lo estamos asimilando, pero, por lo visto hasta ahora, no parece que vaya a ser pacífica la transición del poder y el desalojo de Donald Trump de la Casa Blanca, lo cual presagia lo que muchos nos tememos, que el trumpismo seguirá vivo y coleando, porque, lamentablemente, las causas que lo motivan y explican permanecen en pie.

De vez en cuando, nos remueve alguna noticia que desvela la enorme diferencia que suele haber entre lo que pagamos al adquirir algún producto agrícola en un establecimiento comercial y lo poco que cobra el agricultor por él. La mayoría de las veces, la diferencia es escandalosa porque la parte del león se queda en el circuito de la distribución alimentaria, cuando lo justo es que el productor obtenga un remuneración adecuada por su importante y arduo trabajo, que consiste en producir alimentos para el resto de la población.

De vez en cuando, nos remueve alguna noticia que desvela la enorme diferencia que suele haber entre lo que pagamos al adquirir algún producto agrícola en un establecimiento comercial y lo poco que cobra el agricultor por él. La mayoría de las veces, la diferencia es escandalosa porque la parte del león se queda en el circuito de la distribución alimentaria, cuando lo justo es que el productor obtenga un remuneración adecuada por su importante y arduo trabajo, que consiste en producir alimentos para el resto de la población.

De vez en cuando, nos remueve alguna noticia que desvela la enorme diferencia que suele haber entre lo que pagamos al adquirir algún producto agrícola en un establecimiento comercial y lo poco que cobra el agricultor por él. La mayoría de las veces, la diferencia es escandalosa porque la parte del león se queda en el circuito de la distribución alimentaria, cuando lo justo es que el productor obtenga un remuneración adecuada por su importante y arduo trabajo, que consiste en producir alimentos para el resto de la población.