El blog de Manuel Fajardo

De vez en cuando, nos remueve alguna noticia que desvela la enorme diferencia que suele haber entre lo que pagamos al adquirir algún producto agrícola en un establecimiento comercial y lo poco que cobra el agricultor por él. La mayoría de las veces, la diferencia es escandalosa porque la parte del león se queda en el circuito de la distribución alimentaria, cuando lo justo es que el productor obtenga un remuneración adecuada por su importante y arduo trabajo, que consiste en producir alimentos para el resto de la población.

De vez en cuando, nos remueve alguna noticia que desvela la enorme diferencia que suele haber entre lo que pagamos al adquirir algún producto agrícola en un establecimiento comercial y lo poco que cobra el agricultor por él. La mayoría de las veces, la diferencia es escandalosa porque la parte del león se queda en el circuito de la distribución alimentaria, cuando lo justo es que el productor obtenga un remuneración adecuada por su importante y arduo trabajo, que consiste en producir alimentos para el resto de la población.

De vez en cuando, nos remueve alguna noticia que desvela la enorme diferencia que suele haber entre lo que pagamos al adquirir algún producto agrícola en un establecimiento comercial y lo poco que cobra el agricultor por él. La mayoría de las veces, la diferencia es escandalosa porque la parte del león se queda en el circuito de la distribución alimentaria, cuando lo justo es que el productor obtenga un remuneración adecuada por su importante y arduo trabajo, que consiste en producir alimentos para el resto de la población.

Canarias se ha quedado fuera del toque de queda impuesto en el país entre las 23:00 y las 06:00 horas, y, con ellas, las dos islas que me honro en representar en el Senado: Lanzarote y La Graciosa. Pero eso no es todo. Alemania y Reino Unido han levantado la recomendación de no viajar al Archipiélago canario debido a la pandemia de la COVID-19. Así que tenemos, por un lado, que Canarias es una excepción al nuevo estado de alarma acordado por el Consejo de Ministros, y, por otro, la reapertura al turismo de los dos principales mercados emisores hacia las Islas.

De la moción de censura presentada por el partido de la ultraderecha en el Congreso de los Diputados hay dos certezas. La primera es que se debatirá los días 21 y 22 de octubre, miércoles y jueves, y la segunda es que va a fracasar. Por lo tanto, vamos a presenciar el pulso que la ultraderecha le propone a los populares para ver quién obtiene el título informal de líder de la oposición, si Pablo Casado virado hacia su derecha o  Santiago Abascal arrebatándole apoyos y votos al Partido Popular.

En nuestro país, en estos momentos mueren personas debido a la pandemia, se resiente el sistema público de salud, infinidad de familias no tienen para comer ni pueden pagar sus alquileres o sus hipotecas, las expectativas de futuro de la juventud son muy sombrías y la crisis económica y social provocada por la COVID-19 se ha extendido por todos los rincones.

Cuando miramos a nuestro alrededor lo que vemos en el mundo de la empresa, en general, es a personas trabajando, empleadores y empleados que se afanan en sacar adelante a sus compañías para ganarse la vida. Esto es lo habitual en nuestro país, donde de manera abrumadora predominan las pymes y generan la mayor parte de la actividad económica y el empleo. Cuántos empresarios expresan que, a veces, sienten que en realidad trabajan para sus empleados. ¿Qué es un autónomo?

La reunión de Pablo Casado con los 27 embajadores de los países de la Unión Europea acreditados en España es la penúltima puesta en escena por parte del Partido Popular para intentar salir de la irrelevancia y la mediocridad política en la que la propia formación, hoy ultraconservadora, se ha metido de lleno por deméritos propios. De entrada, no di crédito a la noticia, pues más bien parecía una divertida ocurrencia de El Mundo Today, pero en seguida le otorgué veracidad por tratarse de quien era, Pablo Casado, quien, lejos de haber tocado fondo, parece que se supera cada día que pasa.

Acaba de llegar el otoño y en las Islas Canarias todos empezamos a manejar una ecuación con dos variables: la salud pública de la población y la temporada turística de invierno, que dará comienzo dentro de pocas semanas. Cuando digo todos no excluyo a nadie, desde las administraciones públicas a las empresas turísticas, pasando por las y los trabajadores desempleados afectados por expedientes de regulación temporal de empleo. En Canarias confiamos en el futuro inmediato porque nos jugamos mucho. Todo, en realidad.

Por increíble que parezca, en nuestro país todavía siguen en vigor los presupuestos prorrogados de 2018, elaborados por el ministro Montoro bajo la presidencia de M. Rajoy. Hasta ahora, la aritmética parlamentaria y la renuncia del Partido Popular a ejercer sus responsabilidades políticas e institucionales han impedido que dispongamos de unos nuevos, pero, si ya era muy difícil desarrollar políticas de progreso con unos presupuestos conservadores, estos son completamente inútiles para combatir la crisis sanitaria, económica y social en la que estamos inmersos.