El blog de Marcos Bergaz

Por Marcos Bergaz, portavoz del PSOE en Teguise

 

En el campo y en la ciudad, que ya vale de tanta sequía. Entre los caprichos de la naturaleza y Canal Gestión, el agua vuelve a ser un problema para el campo y una isla que la necesita como el respirar. Con la naturaleza mejor no meterse, por inútil, más en tiempos de cambio climático. Lo de Canal, es otra cosa, pues la revolución que prometieron parece quedar en agua de borrajas.

 

Por Marcos Bergaz, portavoz del PSOE en Teguise

 

En el psicoanalista todos hubiéramos dibujado un árbol, ¿o me equivoco? Su aspecto refrescante, sus llamativos colores, las variedades existentes, los convierten en imprescindibles en todo espacio público, se llamen Heineken, Tropical, Nao, Agüita, Malpeis, 1009 - ¿o era 1906? -, ya me traicionó el subconsciente.

 

No será por Manolos famosos. Los del “amigos para siempre” de Barcelona 92; el del carro me lo robaron, con apellido Escobar; o el malogrado Manolo Tena, del que canturreo con demasiada frecuencia su éxito “con la escalera y el trece, mejor no tientes a la suerte. Si alguien viste de amarillo… tocar madera.”

 

Me viene a la memoria cuando algo se tuerce, cuando algo sale mal. Tocar madera nos dice, y de no haberla, a darse toques en la cabeza, que nunca se sabe lo “amueblada” que puede estar.

 

Este miércoles la Mesa y Junta de Portavoces del Parlamento de Canarias visitarán la isla de La Graciosa en una cita importante. Toda una declaración de intenciones de la Cámara que ostenta la representación de todos los canarios y canarias. Importante porque refuerza con su presencia la visión de región de un archipiélago con distintas realidades, cierto, pero que constituye un proyecto común y colectivo. Y toda una declaración de la cercanía con la que comienza esta nueva legislatura en Canarias.

Como la mayoría social, considero que hay asuntos que atañen al presente y al futuro de la isla y que, por su transcendencia, exigen amplios consensos. En el ámbito nacional, los acuerdos de Estado intentan sumar voluntades diversas, a veces antagónicas, sobre los grandes temas de interés general con independencia del color político de cada Gobierno. Así, fundamentalmente durante la transición democrática, la cultura del acuerdo permitió que los partidos superaran sus diferencias por el bien del país. Ahí están, los llamados Pactos de la Moncloa y la Constitución de 1978.