Hoy Coalición y PP se vistieron de negro. Lo hicieron para sumarse al “luto” con el que algunos trabajadores acudieron a protestar al pleno. Faltaba tan solo la sardina para pensar que despedían el carnaval.
Pero no, no había sardina y el carnaval ni empezaba ni terminaba. Era, tan solo, un episodio más del carnaval permanente que tiene a Astrid Pérez como reina de la fiesta y a Coalición de comparsa.
No puedo dejar de señalar mi respeto, a la par que mi desacuerdo, con la protesta de los trabajadores del Ayuntamiento. Están en su derecho y no puedo dejar de reconocer que sin tener la razón, les asisten razones.
Lo que me parece poco serio, y sobre todo falto de credibilidad, es el numerito de las viudas sentadas en la mesa de plenos.
Si el Partido Popular se tomara en serio a los trabajadores, debería vestir de negro riguroso todo el año, al menos hasta que se recuperen los derechos que cercenó durante el gobierno de Mariano Rajoy, quizás el más cruel que se recuerda y que hizo de los recortes su seña de identidad.
Si Coalición se tomara en serio a los empleados públicos, no permitiría las persecuciones de Pedro San Ginés ni la conflictividad artificial e interesada provocada en los Centros por el aprendiz de brujo, Echedey Eugenio.
PP y CC, CC y PP, acumulan un historial de maltrato sistemático a los empleados públicos que priva de toda credibilidad a la mascarada que protagonizaron en el último pleno.
Han demostrado que van de viudas, sí, pero selectivas. Los empleados públicos le interesan al PP y a Coalición cuando pueden utilizarlos de arma arrojadiza contra el PSOE. Nunca se vestirán de negro cuando tienen el poder y lo ejercen de la manera brutal a que nos tienen desgraciadamente acostumbrados.
Por cierto, ¿se vestirán Astrid y su comparsa de viudas para apoyar a las trabajadoras y los trabajadores de Tías en su conflicto con Pancho Hernández?