El blog de Manuel Fajardo
El presidente de Canarias ha dibujado los ejes en los que debe sustentarse la reconstrucción de las Islas y nadie duda de que, cuando estas se reabran, el turismo tiene reservado un papel protagonista. Ahora, debemos esforzarnos en garantizar la seguridad sanitaria para poder promocionarnos después en toda Europa con el fin de reactivar cuanto antes la afluencia de turistas. Y debemos hacerlo con un mensaje claro y rotundo: ‘Canarias, destino turístico sostenible y seguro’, como ha propuesto Ángel Víctor Torres.
Hoy sábado, Día de Europa, a muchos ciudadanos en todos los países de la Unión nos ronda por la cabeza una preocupación: ¿Hacia dónde se dirige Europa? Por suerte, la inmensa mayoría de los españoles está a favor de permanecer en el seno de la Unión, muy a pesar del vendaval ocasionado por el Brexit y del grito ultranacionalista que apela a mirarse el ombligo y disolver nuestro proyecto en común.
Se dan las condiciones para forjar un pacto de amplísima base política y civil que permita sacar a Canarias de la crisis económica y social que ya empezamos a padecer como consecuencia de la emergencia sanitaria. A mi parecer, esas condiciones se dan por dos razones. En primer lugar, porque Ángel Víctor Torres está demostrando ser el presidente de todas y todos los canarios, y, en segundo término, porque hasta ahora los grupos políticos y los agentes económicos y sociales están demostrando a su vez estar a la altura de esta encrucijada histórica.
Las consecuencias económicas y sociales de la pandemia han alterado el contenido de las reivindicaciones del 1º de Mayo y la celebración misma del Día de los Trabajadores. Pero la ausencia física de manifestaciones y concentraciones, y el propio carácter virtual de la convocatoria sindical, no nos hace perder de vista lo fundamental: el trabajo sigue siendo un pilar esencial e insustituible en nuestra civilización, y todavía debe conquistar espacios de dignidad, universalidad, adecuada remuneración y estabilidad.
La emergencia sanitaria provocada por el coronavirus Covid-19 está sacando a relucir lo mejor de muchos de nosotros, como la generosidad o la solidaridad, pero también está sacando los colores a nuestra sociedad en algunas materias, como la gestión de los derechos de nuestros mayores. Creo que podemos coincidir en que es muy mejorable la manera como pasa sus últimos años de vida la generación de la posguerra española, padres y abuelos cuyo esfuerzo contribuyó a edificar un país próspero y moderno y nos ha legado una vida mucho mejor a sus descendientes, a nosotros.
Los datos que aportan los entendidos sobre el impacto de la crisis económica y social que se espera en Canarias en los próximos meses son escalofriantes. Incluso en el mejor de los escenarios, aún en el supuesto de una pronta reapertura del las Islas al turismo, tenemos que prepararnos para resistir meses muy duros y que, en otras épocas pasadas, obligaría a muchísimas personas a hacer las maletas y emigrar. Pero esa no es una opción para nosotros en estos momentos, así que no nos queda más remedio que armarnos de paciencia y prepararnos para el futuro inmediato.
No soy el único que piensa que Europa se la juega. Este jueves, 23 de abril, los miembros del Consejo Europeo abordarán de nuevo la respuesta conjunta de la Unión Europea (UE) a las consecuencias socio-económicas derivadas del brote de COVID-19. En su última reunión, acordaron que se requiere una estrategia de salida coordinada, un plan de recuperación integral y una inversión sin precedentes, pero a muchos esta frase tan solemne nos supo a poco.
Vivimos tiempos muy difíciles e inciertos. A lo largo del día, mientras la inmensa mayoría permanecemos confinados en nuestros hogares, afloran en nosotros un montón de sentimientos distintos. La incertidumbre ante lo desconocido, el temor que ocasiona el coronavirus Covid-19, la angustia por la situación económica o el dolor por la pérdida de seres queridos son algunos de ellos, y los superaremos. Pero creo que hay uno que permanentemente nos sostiene como individuos y como sociedad: la gratitud.
No vamos de dejar a nadie atrás, que no quepa duda. La crisis económica de 2008 generó en España un alarmante incremento de las desigualdades que no se pudo corregir con la mejora de la situación económica en los últimos años. ¿La razón? El Gobierno del PP se inclinó por salvar al capital financiero y relegó a las personas y a los más débiles, lo que nos situó entre los países más desiguales de Europa. Pero cuando el Gobierno de Pedro Sánchez se encaminaba a revertir esta realidad, lamentablemente la pandemia ocasionada por el Covid-19 amenaza con agravar mucho más la situación.
La pandemia que asola el planeta tiene a media humanidad confinada en sus casas y a buena parte de la actividad económica y empresarial con el freno de mano puesto. Todos los datos que vamos conociendo procedentes de los organismos internacionales vaticinan una gran recesión impuesta por la crisis sanitaria global que, probablemente, conllevará una brutal reconversión de la economía. Para esto ninguno estábamos preparados, así que se nos presenta por delante una tarea realmente extraordinaria.
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